miércoles, 25 de febrero de 2015

Este jueves... relato: Sin palabras

El relato de este jueves lo convoca Juan Carlos. La consigna es escribir un relato basado en una canción. Yo participo con una microficción que escribí hace un tiempo, que tenía como tema principal la demencia semántica, pero yo la había relacionado con lo que nos pasa a veces a algunos hombres: lo de estar frente a una mujer que nos gusta y quedarnos sin palabras... Por eso aparece la canción "Vasos vacíos".





Sin palabras 

por Luciano Doti

Lo había planeado todo para que saliera lo mejor posible. Es que desde que comenzó a manifestarse en mí el problema de la demencia semántica, ya me había resignado a renunciar a la perfección. Me conformaba con que las cosas se dieran de manera aceptable.
Mi objetivo era que pasáramos un momento juntos, como pareja. Antes de que la enfermedad me condenara al ostracismo.
Entonces, me fui a la zona donde solía estar ella y la esperé. Cuando apareció, me quedé sin palabras; no sé si por la demencia semántica o por otro motivo más frecuente en esa clase de situaciones.
Me marché de ahí apesadumbrado, saboreando mi fracaso. Un poco más allá, como banda de sonido, se oía “Vasos vacíos”, ese tema que dice: “sé que no tengo palabras, y nunca las voy a tener...”.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Este jueves... relato: Encuentro con Mara

El relato juevero  de esta semana es convocado por Mara Laira en el blog El Demiurgo de Hurlingham.
Yo participo con un relato titulado "Encuentro con Mara".



 

Encuentro con Mara

por Luciano Doti

Cierto día, me teletransporté hasta un tren, mezclándome entre los pasajeros. Creo que estaba dormido, o en estado de trance, o muerto temporalmente... En medio de esos pasajeros había una mujer que me fascinó al sólo verla, aunque ésa no era la primera vez que la veía; la había visto en la playa uno de los tantos veranos que pasé en el partido de La Costa. En aquel momento, yo no tenía la más mínima idea acerca de quién era ella. Me ubiqué a su lado, pero no atiné a pronunciar palabra; al igual que en la playa, no me animé a hablarle.
Ella bajó del tren y se encontró con una multitud que aclamaba su nombre: Mara Laira. Ahora sabía quién era. Así, sin tanta producción, costaba reconocerla; pero tras oír su nombre, la miré a la cara, como si fuera la primera vez; y sí, era ella, la famosísima Mara Laira, que buscaba escaparse de esa efervescencia popular.
La ayudé a escapar. Para mi sorpresa y gratificación, ella aceptó mi ayuda, y hasta me invitó a su casa.
El resto de la historia es algo muy intenso que prefiero guardar para mí.



sábado, 14 de febrero de 2015

La muerte viste de mujer

por Luciano Doti


Ese hombre se había tomado la costumbre de acecharla. Frecuentaba una mesa del bar donde ella cantaba. La devoraba con la mirada, con ojos libidinosos.
Lo dejo ir entrando a su vida. Lo sedujo, un poco involuntariamente y otro poco porque su naturaleza era así; no podía evitar ser una mujer fatal. Su voz y sus movimientos felinos lo fueron enamorando.
La noche que lo recibió en la intimidad fue la última. Cuando sostuvo el picahielo en su mano, decidió que él ya no la acecharía nunca más.

jueves, 12 de febrero de 2015

Este jueves... relato: Sueño ficción

El relato juevero de esta semana es convocado por el blog Letra a letra, paso a paso. El tema es La Maquina del Tiempo.
Yo participo con un microrrelato titulado "Sueño ficción". 




Sueño ficción

por Luciano Doti

La literatura funciona muchas veces como máquina del tiempo. Uno puede evocar en letras aquello que quedó grabado en la memoria. También las ciencias duras buscan crear la tecnología que nos transporte a otro espacio temporal.
Un científico habla en la TV, dice que el cuerpo debe convertirse en energía para viajar en el tiempo. Busca voluntarios; da un teléfono.
Me ofrezco como voluntario.
Me convoca. Le pido viajar a ese momento de mi vida que quedó en mi memoria. Entro en la máquina. La fuerza centrípeta me chupa, soy enviado a un túnel, la velocidad es imposible de describir, siento que me desintegro.
Por fin vuelvo a experimentar la sensación de estar calmo y corpóreo. Abro los ojos: estoy en mi cama.
Voy a tener que conformarme con sólo escribir sobre aquel momento pasado.

jueves, 5 de febrero de 2015

Este jueves... relato: La elección de Gabriela

El relato de este jueves lo convoca el blog Sintiendo en la piel. Se trata de que cada uno de los participantes escriba un cuento y que los textos tengan todos el mismo final. Yo participo con un cuento titulado "La elección de Gabriela". 

 
 
La elección de Gabriela

por Luciano Doti

 “Dos personas que se hacen reír tienen derecho a todo”, dice una frase muy difundida en las redes sociales.
Alejandro y Gabriela se hacían reír. Pasaban largas horas charlando, tanto en la oficina, donde la jefa más de una vez tenía que llamarles la atención, como en los after office, donde gustaban sentarse juntos, a veces ignorando al resto de sus compañeros.
Ella planeaba un viaje desde hacía mucho tiempo, pero la aparición de Alejandro en su vida la había hecho dudar. Tal vez quedarse en la Argentina no fuera tan malo.
Necesitaba pensar al respecto. Le propuso a Alejandro un impasse. Renunció al trabajo para no tener que verlo todos los días. La excusa fue que estaba a punto de conseguir algo mejor. Quedaron en que ella lo llamaría a él. Así dejaron de verse, de compartir esas charlas.
Tras un mes, Alejandro no aguantó más y la llamó. En el teléfono celular de Gabriela lo atendió la casilla de mensajes. En vano insistió hablar con ella los días siguientes.
Finalmente, Gabriela le envió un mensaje de texto como toda respuesta a su demanda: “El amor no son dos personas que se cruzan, sino dos que van en la misma dirección”. Para ambos quedaría marcado a fuego el día de ese mensaje. Para él porque le resultaba claro que ya no estaría con Gabriela. Para ella porque, con dolor en su corazón, elegía su vocación antes que el amor.
Siete meses después de aquél día imborrable le envió un telegrama.
"Alejandro, vivo en Holanda, trabajo en un local donde exponen sus obras todo tipo de artistas noveles. Estoy aprendiendo mucho y soy feliz”.