sábado, 25 de julio de 2015

Atrapado

 


por Luciano Doti

Estoy atrapado. El habitáculo que me contiene es estrecho y no tiene aberturas; de hecho, me cuesta respirar. Para colmo, me encuentro maniatado. De todas maneras, aunque pudiera zafar de mis ataduras, no podría ir a ningún lado. Se me ocurre que estoy en un féretro. ¡Oh, no! Mi peor pesadilla es realidad. Soy prisionero en un cajón de madera reservado a quienes han cruzado el límite que nos separa de la inmortalidad.
—¡Socorro! —No puedo hacer más que gritar, implorar ayuda. Me resulta imposible golpear la madera; la mortaja es tan ajustada como abrigada—. ¡Socorro!
Despierto con Dexter encima; es un perro fiel que me oyó gritar y acudió pronto. Tardo un instante en liberarme de la frazada que me tenía amortajado.

9 comentarios:

  1. Jajaja el fiel amigo al rescate.
    ¡Perra vida!
    Un saludo

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  2. Buff produce escalofríos imaginar esa pesadilla, ese terror que hemos visto o leído en películas y libros y que es de los peores horrores...enterrado en vida, que horror.Afortunadamente solo es el perro. Bendito perro.
    Saludos..

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  3. Un escalofriante sueño, menos mal que llegó el perro a rescatarlo.
    Saludos.

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  4. Enterrado vivo y por toda la eternidad, una pesadilla terrorífica con una atmósfera asfixiante muy lograda y un giro inesperado, recurrente y divertido, una pesadilla causada por la asfixia del amigo can. Muy bueno, Luciano.
    Saludos, compañero.

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  5. me ha hecho sonreir
    yo me puedo llegar a morir con un perro asi que horror

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  6. Muy bueno Luciano.
    Por fortuna solo fue una pesadilla con un final feliz.
    Un abrazo.

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  7. Buen micro, Luciano. Me desperó una sonrisa.
    Saludos a Dexter.

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